Héctor Cruz Avilés, de 56 años, había sido acusado en ausencia por los delitos de escalamiento y bestialismo cometido contra una yegua de paso fino propiedad de su vecina. (Suministrada)
Un hombre acusado por el delito de bestialismo fue ingresado anoche en la Cárcel Guerrero de Aguadilla, al no prestar una fianza de $60,000 que le había señalado la jueza Wanda I. Concepción, del Tribunal de Utuado.
Héctor Cruz Avilés, de 56 años, había sido acusado en ausencia por los delitos de escalamiento y bestialismo cometido contra una yegua de paso fino propiedad de su vecina. Ayer, cuando los agentes del precinto de Mameyes se disponían a diligenciarle la orden de arresto, tuvieron que sacarlo de un afluente del Lago Caonillas, en el barrio Don Alonso de Utuado donde se sumergió intentando huir.
El capitán Ángel Viera Mendoza, director de la Rama Investigativa del Área de Utuado, informó que luego de la radicación de cargos, Cruz Avilés fue transportado al CDT local para atenderle una cortadura en un pie ya que cuando estaba huyendo de los agentes estaba descalzo.
En el informe de novedades de la Policía, se detalló que los hechos ocurrieron el domingo pasado, a las 11:00 p.m., cuando Cruz Avilés llegó hasta el establo y cometió los actos de bestialismo con la yegua que es propiedad de Marlene Stec Jones, de 63 años, quien es la querellante en este caso.
Esa noche, la querellante llamó a la Policía pero cuando llegaron a su finca el hombre se dio a la fuga. “De la investigación se desprende que no era la primera vez que lo sorprendían cometiendo este delito, dicen que hasta le cantaba a la yegua”, comentó el oficial, tras indicar que el hombre parecía tener problemas psicológicos, “no parecía una persona cuerda”.
El acusado estaba desempleado, pero hacía labores de peón cuando lo contrataban en fincas del área y como obrero de la construcción.
La vista preliminar fue señalada para el 22 de agosto.
Este caso es similar a uno que ocurrió en diciembre del 2001, cuando un octogenario fue herido de bala en la rodilla izquierda cuando su vecino escuchó un relincho y lo sorprendió en el patio de su casa intentando sostener relaciones sexuales con su yegua de paso fino llamada "Adasha", en el barrio Medianía Alta en Loíza.
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